Tomado del blog encuentros con la sabiduria
http://encuentrosconlasabiduria.blogspot.com.es/2014/04/no-luchemos-contra-los-problemas.html
Gracias Carlos por estas reflexiones tan sabias.
No tiene sentido enseñar a pensar sin
aprender antes desde qué creencias lo estamos haciendo. Los pensamientos nacen
en contenedores que limitan su visión, ser conscientes de estos límites es
esencial para conocer el mundo y conocernos a nosotros. Muchas veces nos
sentimos impotentes ante determinadas situaciones y llegamos a pensar que no
somos capaces de superarlas, sin darnos cuenta que lo único que está ocurriendo
es que la solución a nuestros problemas no está en la "caja" en la
que estamos pensando. En física cuando una forma de ver el mundo no explica
algo se cambia por otra, sin embargo cuando en nuestra vida cotidiana nos
ahogamos en un problema nuestra educación no nos ha enseñado a cambiar nuestra
mirada, para poder hacerlo tendría que haber fomentado antes nuestro espíritu
científico, lo cual implica situar el centro del conocimiento no en la
autoridad de un temario, sino en nosotros mismos.
|
En
vez de luchar contra los problemas, abramos la "caja" desde la cual los
estamos pensando, desde la que fuimos educados, y dejemos que nuestra
inteligencia vuele, que descubra nuevas visiones empequeñeciendo así
esos problemas que antes nos ahogaban. Superar nuestra educación es la
mejor forma de honrarla y de dar gracias a nuestros maestros. |
Querido lector, trae a tu mente un problema
que te tenga preocupado y empieza a buscar los límites desde los cuales lo
estás pensando, busca esas paredes que hasta ahora se han mostrado invisibles,
empieza a palparlas ... da luz a esas premisas que habías hecho y que te
impedían llevar tus pensamientos más allá, permite que tu inteligencia se
expanda superando los límites de tu educación, llega donde nunca antes habías
llegado, explora nuevas miradas, ilumínalas con tu intuición que ahora tiene
más espacio donde aterrizar ... celebra tu nueva perspectiva contemplando que
tu problema ha menguado ante la expansión de tu inteligencia. Ser más
inteligente empieza por descubrir los límites de nuestros pensamientos, es
decir, por hacernos conscientes de las creencias desde las que pensamos.
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