¿Cómo enseñar a los niños a multiplicar?
Aprender
las tablas de multiplicar es un aspecto fundamental de las matemáticas
elementales. Conocerlas facilitará que más adelante el alumno se maneje
bien en otras áreas de las matemáticas como divisiones, operaciones con
fracciones o ecuaciones.
En
el pasado, las tablas de multiplicación se aprendían de memoria. Nos
pasábamos varios días multiplicando números, pasando de una tabla a otra
hasta llegar a la del 9. Sin embargo para facilitar el aprendizaje, hay
algunas técnicas que nos permiten obtener un resultado más rápido y con
mejores resultados. A fin de que padres y profesores puedan ayudar a
que los niños aprendan estas tablas de manera rápida y eficiente
—desglosando la información en fragmentos fáciles de aprender— os
brindamos el siguiente método con el que conseguiréis que los niños
aprendan las tablas en muy poco tiempo.
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Antes de empezar con las tablas, el niño debe comprender que la multiplicación es una suma repetida. Es decir que 5 x 2 es lo mismo que 5 + 5. Puedes enseñarle este concepto a través de caramelos, por ejemplo, enseñándole que 5 x 2 son cinco montoncitos de dos caramelos, y que en total hay 10 caramelos.
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A la hora de comenzar con las tablas, empieza con las más fáciles, es decir, con la del 0, la del 1 y la del 10.
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Para explicar la tabla del 0 es importante que el niño perciba que, cada vez que un número se multiplica por 0, sea el número que sea el resultado va a ser cero. Por tanto, cada vez que escuche un número multiplicado por cero, o cero por un número, el niño deberá decir ¡CERO!
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Para explicar la tabla del 1, debemos explicarle que cualquier número multiplicado por 1 es el propio número.
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La tabla del 10 les resultará sencilla si ven que solo tienen que añadir un cero al número que estén multiplicando.
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Una vez que tenemos estas tres tablas aprendidas es el momento de explicarles la propiedad conmutativa o, lo que es lo mismo, que el orden de los factores no altera el producto. En otras palabras, 1 x 3 es lo mismo que 3 x 1. Esto ayudará a los niños a entender que si no saben una multiplicación pueden recurrir a la contraria. Para explicarle este concepto haz uso de un cuadro de doble entrada, donde tanto la fila como la columna esté enumerada del 1 al 10.
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Conocida la propiedad conmutativa, debes enseñarles la tabla del 2, del 5 y del 3.
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Para enseñar la tabla del 2, basta que conozca que cualquier número multiplicado por 2 es el doble de ese número.
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La tabla del 5 es muy fácil que la aprenda si le dices que si una cifra acaba en 5, la siguiente acabará en 0.
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Es el momento de que aprendan la tabla del 3, la más difícil hasta el momento, pero seguro que con la experiencia adquirida con las anteriores tablas y habiendo aprendido los conceptos de suma repetida y propiedad conmutativa les será mucho más fácil.
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En este momento podemos enseñarles a memorizar los dobles que nos faltan: 4×4, 6×6, 7×7 y 8×8.
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La temida tabla del 9 se hará fácil y divertida si le enseñas la tabla con los dedos. Comienzas poniendo 9, ocultando el meñique de la mano izquierda, y vas ocultando el dedo siguiente de esa misma mano con cada operación (anular, corazón, índice, etc). El resultado serán las cifras que muestre a la izquierda y derecha del dedo doblado. Los dedos levantados a la izquierda del dedo ocultado representan las decenas, y el resto las unidades. Fácil, ¿verdad?
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Por último solo nos quedan seis combinaciones: 4×6, 4×7, 4×8, 6×7, 6×8 y 7×8. Como son pocos elementos, se puede hacer un cuadro con ellos y ponerlo en la pared del baño para que los memoricen mientras se lavan los dientes. También es útil colocarlos delante de su escritorio para que recurran a ellos cuando los necesiten, y aprovechar cualquier ocasión para preguntar y recordar estas combinaciones.
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Es el momento de volver a sacar el cuadro de doble entrada y poner en práctica todos los conocimientos adquiridos. Repítelo varias veces y verás cómo en muy pocos días se sabe la tabla de memoria.
¡Esperamos que os sea útil!
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