lunes, 26 de agosto de 2013

BIBLIOMOTOCARRO


http://dandolalengua.blogspot.com.es/2013/08/bibliomotocarro.html

Antonio La Cava es un maestro jubilado protagonista de una hermosa historia: ha comprado una motocicleta, la ha modificado y conduce por los pueblos de Basilicata, en Italia, promocionando la lectura entre los niños. Él la llama "bibliomotocarro".
Anuncia su llegada con el sonido de un órgano y le esperan con entusiasmo todas las semanas, cuenta que le piden prestados los libros y se sientan en algún banco a leer, "se crea una atmósfera mágica".
Ha creado un "Libro Blanco" donde los niños escriben  todo lo que quieren, historias personales, narraciones... en los siguientes pueblos las continúan o escriben otras nuevas, así va atesorando textos que califica de "maravillosos".
Antonio recorre cada mes 500 kilómetros llevando a los más pequeños su pasión por la lectura. 

¡Enhorabuena!




domingo, 25 de agosto de 2013

ES UNA ELECCIÓN


http://www.fernandobotella.net/2013/08/como-te-sientes-en-tu-vuelta-al-trabajo.html

Cómo te sientes en tu vuelta al trabajo?


"Descubrir tu pasión lo cambia todo"
El Elemento
Ken Robinson


Cuentan que dos peces jóvenes viajaban por el agua de un río corriente arriba.
Y se encontraron con otro pez adulto que iba en dirección contraria. Se saludaron.
"Buenos días", dijo el pez adulto. 
Y preguntó: "¿Cómo está el agua por ahí abajo?"
Los peces jóvenes le sonrieron y siguieron nadando...
Pasado unos segundos, uno de los peces jóvenes se volvió y le preguntó al otro:
"¿Qué es el agua?"

De eso se trata.
De no estar pendiente ni siquiera del "medio" en el que te desenvuelves.
Porque para ti ese medio se convierte en natural.
Estar así en tu vida es estar desarrollando actividades con las que fluyes, en las que te encuentras a gusto,
con las que te sientes plenamente identificado, feliz.

Hoy vuelvo a mi agua.
Al trabajo. A lo cotidiano que ha sido elegido por mi, que me hace feliz,
a   F L U I R.
Y no me pesa. Más bien me apasiona. Me genera mucha ilusión. Me hace disfrutar.

No me gusta la palabra trabajo. En mi caso la uso poco.
Es una palabra cuyo origen se basa en el concepto "tripalium",
tres palos en los que ataban a los esclavos para que no escaparan mientras desarrollaban sus trabajos.

Prefiero la visión de Confucio:

"Elige un trabajo que te guste 
y no volverás a trabajar ni un sólo día de tu vida"

Dedicar nuestro tiempo profesional en hacer algo que nos guste es, en mi opinión,
una necesidad vital absoluta.
Es, probablemente, en lo que pasarás la mayor parte del tiempo de tu vida.
Como para equivocarte.
Como para verlo como un sufrimiento.
Como para no elegir.
Como para no ser feliz con ello.

Busca tu elemento, nos dice Ken Robinson en un alarde de sabiduría.
Porque encontrar el elemento que te hace feliz es encontrar el equilibrio en tu vida.

Los recursos humanos, como los recursos naturales, a veces nos toca buscarlos por debajo de lo superficial.
Requiere de decisiones. Requiere de esfuerzo. Requiere de coraje.

Puede que hoy estés leyendo este post y te encuentres en paro.
O puede que no estés en la actividad laboral que más te gusta pero la necesitas para subsistir.
Es comprensible. Muchos hemos pasado por ahí en nuestra vida profesional.
La mayoría, según mi conocimiento, de los profesionales que hoy pueden decir con júbilo
que ya han encontrado esa actividad profesional que les hace feliz, primero tuvieron
que pasar por otros trabajos, por otros momentos, por otros caminos donde, más o menos felices,
no estaban en su elemento.

Si es así, si te encuentras en alguno de estos dos casos, tienes dos direcciones de pensamiento para elegir:
una dirección te llevará a luchar por encontrar esa profesión que te apasiona,
requiere de decisiones responsables, de valorar adecuadamente tu talento, de valentía y de perseverancia.
Representa una exploración personal.
Conecta con tu interior esencial y desde ahí decide.
No olvides que una exploración es una búsqueda. Y esto requiere de tiempo y otro tipo de recursos y energías.
Implica aventuras, viajes, riesgo, incertidumbre.
En fin, en mi opinión, todo por lo que vale la pena la vida.
O mejor dicho, por lo que vale la alegría la vida.
La otra dirección te mantendrá atado al tripalium, esclavo de la queja. Y te hará vivir cerca del victimismo.

También puede que estés jubilado. O seas inmensamente rico y no necesites actividades para subsistir.
En ambos casos, ahora tienes la mejor oportunidad para cumplir tus sueños.

Y por favor, para no crear ninguna confusión, no quiero decir con todo esto que abandones
lo que ahora estés haciendo, a lo que te dedicas, ni que sufras si no estás en el centro
de tu deseo como profesional, ni que ignores las necesidades básicas tuyas y de tu familia.

Sólo pretendo reflexionar sobre lo importante que en este tema es pararse de vez en cuando,
quizás ahora es un buen momento, cuando nos llega la vuelta al cole,
para analizarnos con detenimiento y preguntarnos si podemos hacer algo más por nosotros
en lo que a tu actividad profesional se refiere, por descubrir nuestros talentos, nuestras pasiones,
y, sobre todo, averiguar que nos puede estar frenando a ello para poder superar los obstáculos que nos paralizan.

La vida se puede vivir sin pasiones, sin riesgos, sin ambiciones.
O todo lo contrario.
Creo que

ES UNA 
ELECCIÓN

jueves, 22 de agosto de 2013

El día en que dejé de decir "date prisa"



El día en que dejé de decir "date prisa"

Publicado: 19/08/2013 07:01

Cuando estás viviendo una vida apretada, cada minuto cuenta. Sientes que deberías tachar algo de la lista de cosas pendientes, mirar una pantalla, o salir corriendo hacia el siguiente destino. Y no importa en cuántas partes dividas tu tiempo y atención, no importa cuántas tareas trates de hacer a la vez, nunca hay suficiente tiempo para ponerse al día.
Esa fue mi vida durante dos años frenéticos. Mis pensamientos y acciones estaban controlados por notificaciones electrónicas, melodías para el móvil y agendas repletas. Y aunque cada fibra de mi sargento interior quería llegar a tiempo a todas las actividades de mi programa, yo no.
Verás, hace seis años, fui bendecida con una niña relajada, sin preocupaciones, del tipo de quienes se paran a oler las rosas.
Cuando tenía que estar ya fuera de casa, ella estaba ahí, toda dulzura, tomándose su tiempo para elegir un bolso y una corona con purpurina.
Cuando tenía que estar en algún sitio desde hacía cinco minutos, ella insistía en intentar sentar y ponerle el cinturón de seguridad a su peluche.
Cuando necesitaba pasar rápidamente a comprar un bocadillo en Subway, se paraba a hablar con la señora mayor que se parecía a su abuela.
Cuando tenía 30 minutos para ir a correr, quería que parase la sillita para acariciar a cada perro con el que nos cruzábamos.
Cuando tenía la agenda completa desde las seis de la mañana, me pedía que le dejase cascar y batir los huevos con todo cuidado.
rachel macy stafford 2

Mi niña despreocupada fue un regalo para mi personalidad de tipo A, orientada al trabajo, pero yo no lo vi. Oh no, cuando tienes una vida apretada, tienes visión de túnel - solo ves el siguiente punto en tu agenda. Y todo lo que no se pueda tachar de la lista es una pérdida de tiempo.
Cada vez que mi hija me desviaba de mi horario, me decía a mí misma: "No tenemos tiempo para esto". Así que las dos palabras que más usaba con mi pequeña amante de la vida eran: "Date prisa".
Empezaba mis frases con esas dos palabras.
Date prisa, vamos a llegar tarde.
Y las terminaba igual.
Nos lo vamos a perder todo si no te das prisa.
Comenzaba el día así.
Date prisa y cómete el desayuno.
Date prisa y vístete.
Terminaba el día de la misma forma.
Date prisa y lávate los dientes.
Date prisa y métete en la cama.

Y aunque las palabras "date prisa" conseguían poco o nada para aumentar la velocidad de mi hija, las pronunciaba igualmente. Tal vez incluso más que las palabras "te quiero".
La verdad duele, pero la verdad cura... y me acerca a la madre que quiero ser.
Entonces, un día trascendental, las cosas cambiaron. Habíamos recogido a mi hija mayor del cole y estábamos saliendo del coche. Como no iba lo suficientemente deprisa para su gusto, mi hija mayor le dijo a su hermana: "Eres muy lenta". Y cuando se cruzó de brazos y dejó escapar un suspiro exasperado, me vi a mí misma - la visión fue desgarradora.
Yo era una matona que empujaba y presionaba y acosaba a una niña pequeña que sólo quería disfrutar de la vida.
Se me abrieron los ojos, vi con claridad el daño que mi existencia apresurada infligía a mis dos hijas.
Aunque me temblaba la voz, miré a los ojos de mi hija pequeña y le dije: "Siento mucho haberte metido prisa. Me encanta que te tomes tu tiempo, y me gustaría ser más como tú".
Mis dos hijas me miraban igualmente sorprendidas por mi dolorosa admisión, pero la cara de mi hija menor tenía un brillo inconfundible de validación y aceptación.
"Prometo ser más paciente a partir de ahora", dije mientras abrazaba a mi pequeña, que sonreía con la promesa de su madre.
Fue bastante fácil desterrar las palabras "date prisa" de mi vocabulario. Lo que no fue tan fácil era conseguir la paciencia necesaria para esperar a mi lenta hija. Para ayudarnos a las dos, empecé a darle un poco más de tiempo para prepararse si teníamos que ir a alguna parte. Y a veces, incluso así, todavía llegábamos tarde. En esos momentos me tranquilizaba pensar que solo llegaría tarde a los sitios unos pocos años, mientras ella fuese pequeña.
Cuando mi hija y yo íbamos a pasear o a la tienda, le dejaba marcar el ritmo. Y cuando se paraba para admirar algo, intentaba quitarme la agenda de la cabeza para simplemente observar lo que hacía. Vi expresiones en su cara que no había visto nunca antes. Estudié los hoyuelos de sus manos y la forma en que sus ojos se arrugan cuando sonríe. Vi cómo otras personas respondían cuando se paraba para hablar con ellos. Observé cómo descubría bichos interesantes y flores bonitas. Era una observadora, y aprendí rápidamente que los observadores del mundo son regalos raros y hermosos. Ahí fue cuando por fin me di cuenta de que era un regalo para mi alma frenética.
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Mi promesa de frenar es de hace casi tres años, y al mismo tiempo empezó mi viaje para dejar de lado la distracción diaria y atrapar lo que de verdad importa en la vida. Vivir en un ritmo más lento todavía requiere un esfuerzo extra. Mi hija pequeña es el vivo recuerdo de por qué tengo que seguir intentándolo. De hecho, el otro día, me lo volvió a recordar.
Habíamos salido a dar un paseo en bicicleta durante las vacaciones. Después de comprarle un helado, se sentó en una mesa de picnic para admirar con deleite la torre de hielo que tenía en la mano.
De repente, una mirada de preocupación cruzó su rostro. "¿Tengo que darme prisa, mamá?"
Casi lloro. Tal vez las cicatrices de una vida acelerada no desaparecen por completo, pensé con tristeza.
Mientras mi hija me miraba esperando a saber si podía tomarse su tiempo, supe que tenía una opción. Podía sentarme allí y sufrir pensando en la cantidad de veces que le había metido prisa a mi hija en la vida... o podía celebrar el hecho de que hoy intento hacer algo distinto.
Elegí vivir el hoy.
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"No tienes que darte prisa. Tómate tu tiempo", le dije tranquilamente. Su rostro se iluminó al instante y se le relajaron los hombros.
Y así estuvimos hablando de las cosas de las que hablan las niñas de seis años que tocan el ukelele. Incluso hubo momentos en que nos sentamos en silencio simplemente sonriendo la una a la otra y admirando las vistas y sonidos que nos rodeaban.
Pensé que mi hija se iba a comer toda la maldita cosa - pero cuando llegó al último pedazo, me pasó la cuchara con lo que quedaba de helado. "He guardado el último bocado para ti, mamá", me dijo con orgullo.
Mientras el manjar saciaba mi sed, me dí cuenta de que había hecho el negocio de mi vida.
Le di a mi hija un poco de tiempo ... y, a cambio, ella me dio su último sorbo y me recordó que las cosas son más dulces y el amor llega con más facilidad cuando dejas de correr por la vida.
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Ya se trate de ...
Tomarse un helado
Coger flores
Ponerse el cinturón de seguridad
Batir huevos
Buscar conchas en la playa
Ver mariquitas y otros bichos
Pasear por la calle
No diré: "No tenemos tiempo para esto". Porque básicamente estaría diciendo: "No tenemos tiempo para vivir".
Hacer una pausa para deleitarse con los placeres simples de la vida es la única manera de vivir de verdad.
(Confía en mí, he aprendido de la mejor experta del mundo.)
 

Seguir a Rachel Macy Stafford en Twitter: www.twitter.com/handsfreemama

Krishnamurti ~ Temor, una de las causas fundamentales de nuestro deterioro


.Las tres o cuatro últimas veces hemos estado hablando del temor, y como ésa es una de las causas fundamentales de nuestro deterioro, pienso que debemos considerarla desde un ángulo diferente, desde un diferente punto de vista.

Ustedes saben, siempre nos dicen lo que debemos pensar y lo que no debemos pensar. Los libros, los maestros, los padres, la sociedad que nos rodea nos dicen qué debemos pensar, pero jamás nos ayudan a descubrir cómo debemos pensar. Saber qué pensar es comparativamente fácil, porque desde la infancia nuestras mentes están condicionadas por palabras, por frases, por actitudes establecidas y prejuicios. No sé si han notado lo fijas que se hallan las mentes de casi todas las personas mayores; están encajadas como la arcilla en un molde y es muy difícil abrirse paso por ese molde. El moldeado de la mente es su condicionamiento.

Aquí, en la India, ustedes están condicionados por siglos de tradición, a pensar de cierta manera; ese condicionamiento tiene causas económicas, sociales y religiosas. En Europa, la mente está condicionada de un modo algo diferente; y en Rusia, desde la revolución, los líderes políticos han estado condicionando la mente a su propia manera. Así, en todas partes la mente está siendo condicionada, no sólo superficialmente, conscientemente, sino también profundamente. La mente oculta o inconsciente está condicionada por la raza, por el clima, por las imitaciones no verbalizadas, no expresadas.

Ahora bien, la mente no puede ser libre en tanto permanezca moldeada o condicionada. Y la mayoría de la gente piensa que jamás podremos liberar a la mente de su condicionamiento, que debe estar siempre condicionada. Ellos dicen que no podemos evitar ciertos hábitos de pensar, ciertos prejuicios, y que no puede haber liberación para la mente, que ésta jamás podrá ser libre. Además, cuanto más antigua es la civilización, mayor es el peso de la tradición, de la autoridad, de la disciplina con que la mente se halla agobiada. Las personas que pertenecen a una raza antigua, como en la India, están más condicionadas que las que viven en América, por ejemplo, donde existe más libertad social y económica y donde sus habitantes han sido pioneros en fecha bastante reciente.

Una mente condicionada no es libre porque jamás puede ir más allá de sus propios límites, de las barreras que ha erigido en tomo de sí misma; eso es obvio. Y es muy difícil para una mente semejante liberarse de su condicionamiento e ir más allá, porque este condicionamiento le ha sido impuesto no sólo por la sociedad, sino que se lo ha impuesto ella misma. Ustedes gustan de su condicionamiento, porque no se atreven a ir más allá. Temen lo que podrían decir sus padres y sus madres, lo que el sacerdote y la sociedad podrían decir; en consecuencia, contribuyen a crear las barreras que los retienen. Ésta es la prisión en que casi todos estamos atrapados y por eso sus padres están siempre diciéndoles -como ustedes a su vez les dirán a sus hijos- que hagan esto y no hagan aquello.

¿Qué ocurre por lo general en una escuela, especialmente si el maestro les agrada? Si su maestro les agrada, desean seguirle, imitarle; por lo tanto, el condicionamiento de sus mentes se vuelve más y más rígido, más permanente. Digamos, por ejemplo, que están en un albergue al cuidado de un maestro que practica diariamente su ritual religioso. A ustedes les gusta el espectáculo o la belleza del mismo, de modo que empiezan a practicarlo también. En otras palabras, se están condicionando más aún; y tal condicionamiento es muy efectivo, porque cuando uno es joven la mente es muy ansiosa, impresionable, imitativa. Y no sé si son ustedes creativos, probablemente no, porque sus padres no les permitirían salir fuera del muro, ellos no quieren que miren más allá del condicionamiento. Son exactamente como cualquier otra persona. Practican sus rituales, tienen sus temores, su deseo de gurú; y como ustedes reciben enseñanza de ellos -y también porque puede agradarles un maestro en particular o porque ven un ritual hermoso y quieren practicarlo-, inconscientemente pueden quedar presos de la imitación.

¿Por qué practican rituales las personas mayores? Porque sus padres lo hicieron antes que ellas y también porque eso les transmite ciertos sentimientos, ciertas sensaciones que les aquietan internamente. Cantan determinadas plegarias, pensando que si no lo hicieran tal vez estarían perdidas. Y los jóvenes copian a los mayores y así es como empieza la imitación.

Si el maestro mismo cuestionara toda esta ritualidad, si realmente reflexionara al respecto -cosa que muy pocos hacen alguna vez-, si usara su inteligencia para examinar eso sin prejuicio alguno, pronto descubriría que no tiene ningún sentido. Pero para investigar y descubrir la verdad en esta cuestión, se requiere muchísima libertad. Si ustedes ya tienen un prejuicio a favor de algo y entonces proceden a investigarlo, es obvio que no puede haber investigación. Tan sólo fortalecerán su prejuicio, su idea preconcebida.

Por lo tanto, es esencial que los maestros se libren ellos mismos de su condicionamiento y así ayuden a los niños a librarse del suyo. Conociendo la influencia condicionadora de los padres, de la tradición, de la sociedad, el maestro tiene que alentar a los niños para que no acepten cosas irreflexivamente, sino que investiguen, que cuestionen.

Si ustedes observan, a medida que crecen comenzarán a ver cómo los moldean diversas influencias, cómo no se les ayuda a pensar sino que se les dice qué deben pensar. Finalmente, si no se rebelan contra este proceso se vuelven como una máquina automática, funcionan sin creatividad, sin mucho pensamiento original.

Todos temen que si no encajan dentro de la sociedad serán incapaces de ganarse la vida. Si mi padre es abogado, pienso que también tengo que ser abogado. Si soy una muchacha, me someto a que me casen. ¿Qué sucede, entonces? Empiezan siendo personas jóvenes con muchísima vitalidad y enorme entusiasmo, pero todo esto es gradualmente destruido por la influencia condicionadora de los padres y maestros con sus propios prejuicios, temores y supersticiones. Cuando dejan la escuela y salen al mundo, están llenos de información pero han perdido la vitalidad para investigar, para rebelarse contra las estupideces tradicionales de la sociedad.

Ustedes se sientan aquí y escuchan todo esto. ¿Qué es lo que va a ocurrir cuando finalmente aprueben sus exámenes de licenciatura o maestría? Saben muy bien lo que va a ocurrir. A menos que se rebelen, serán exactamente iguales al resto del mundo, porque no se atreven a ser otra cosa. Estarán tan condicionados, tan moldeados, que tendrán miedo de echarse a andar por sí mismos. Serán controlados por sus esposas, sus maridos, y la sociedad les dirá lo que tienen que hacer; la imitación prosigue generación tras generación. No hay verdadera iniciativa, no hay libertad, no hay felicidad; no hay nada sino una muerte lenta. ¿Cuál es el sentido de que se les eduque, de que aprendan a leer y escribir, si sólo van a funcionar como una máquina? Pero eso es lo que quieren sus padres y lo que quiere el mundo. El mundo quiere que no piensen, no quiere que sean libres para descubrir, porque entonces serían ciudadanos peligrosos, no encajarían en el patrón establecido. Un ser humano libre nunca puede sentir que pertenece a un país determinado, a una particular clase o forma de pensar. La libertad implica libertad en todos los niveles, del principio al fin, y pensar solamente a lo largo de una línea particular no es libertad.

Por lo tanto, mientras son jóvenes es muy importante que sean libres, no sólo en el nivel consciente sino también profundamente en lo interno. Esto significa que deben vigilarse a sí mismos, que deben percatarse más y más de las influencias que buscan controlarles y dominarles; significa que jamás deben aceptar irreflexivamente, sino que deben cuestionar siempre, investigar y hallarse en estado de rebelión.

Interlocutor: ¿Cómo podemos hacer para liberar nuestras mentes, cuando vivimos en una sociedad llena de tradición ?

K.: En primer lugar, deben tener el impulso, la exigencia de libertad. Es como el anhelo de volar que tiene el pájaro o el de las aguas del río, de fluir. ¿Tienen este impulso de ser libres? Si lo tienen, ¿qué ocurre entonces? Sus padres y la sociedad tratan de forzarles dentro de un molde. ¿Pueden resistirles? Encontrarán que es difícil, porque sienten temor. Temor de no conseguir un empleo, de no conseguir la esposa o el marido apropiado, de que puedan padecer hambre, de lo que la gente podría decir de ustedes. Aunque deseen ser libres, sienten temor; por lo tanto, no van a resistir. El temor a lo que la gente pueda decir o a lo que sus padres puedan hacer, les bloquea, y así son forzados dentro del molde.

Ahora bien, ¿pueden decir: "yo quiero saber y no me importa si padezco hambre. Sea lo que fuera lo que ocurra, voy a luchar contra las barreras de esta sociedad corrupta, porque quiero ser libre para descubrir"? ¿Pueden decir eso? Cuando viven con temor, ¿pueden oponerse a todas estas barreras, a todas estas imposiciones?

Es muy importante, pues, ayudar al niño desde la más tierna edad a que vea las aplicaciones del temor y se libere de él. En el momento en que están ustedes atemorizados, se termina la libertad.

Interlocutor: Puesto que hemos sido criados en una sociedad basada en el temor, ¿cómo es posible para nosotros estar libres del temor?

K.: ¿Se dan cuenta de qué están atemorizados? Si es así, ¿cómo van a liberarse del temor? Ustedes y yo tenemos que averiguarlo; por lo tanto, considérenlo conmigo.

Cuando están conscientes de que sienten temor, ¿qué es lo que hacen realmente? Escapan de él, ¿no es así? Toman un libro o salen a dar un paseo; tratan de olvidarlo. Sienten temor de sus padres, de la sociedad; están conscientes de ese temor y no saben cómo resolverlo. Tienen miedo de mirarlo siquiera; de modo que huyen de él en distintas direcciones. Por eso siguen estudiando y aprobando exámenes hasta el último momento, cuando tienen que afrontar lo inevitable y actuar. Continuamente tratan de escapar de su problema, pero eso no les ayuda a resolverlo. Tienen que enfrentarse a él.

Entonces, ¿pueden mirar su temor? Si quieren examinar un pájaro, observar la forma de sus alas, su pico, deben acercársela mucho, ¿verdad? De igual modo, si están atemorizados, tienen que observar desde muy cerca su temor. Cuando escapan del temor sólo lo incrementan.

Digamos, por ejemplo, que quieren dedicar su vida a algo que aman de verdad, pero sus padres les dicen que no deben hacerlo y les amenazan con algo terrible si lo hacen: dicen que no les darán nada de dinero, y eso los atemoriza. Están tan atemorizados que no se atreven a mirar el propio temor. Así que ceden y el temor continúa.

Interlocutor: ¿Qué es la verdadera libertad y cómo puede uno adquirirla?

K.: La verdadera libertad no es algo que pueda adquiriese, es el resultado de la inteligencia. No puedes salir y comprar la libertad en el mercado. No puedes obtenerla leyendo un libro o escuchando hablar a alguien. La libertad adviene con la inteligencia.

¿Pero qué es la inteligencia? ¿Puede haber inteligencia cuando hay temor o cuando la mente está condicionada? Cuando tu mente tiene prejuicios o cuando piensas que eres un ser humano maravilloso, o cuando eres muy ambicioso y deseas trepar la escalera del éxito, mundano o espiritual, ¿puede haber inteligencia? Cuando sólo te interesas en ti mismo, cuando sigues a alguien o le rindes culto, ¿puede haber inteligencia? Ciertamente, la inteligencia llega cuando comprendes toda esta estupidez y rompes con ella. Por lo tanto, tienes que empezar, y lo primero es que te des cuenta de que tu mente no es libre. Has de observar cómo tu mente está atada por todas estas cosas; ése es el principio de la inteligencia, la cual trae libertad. Tienes que encontrar la respuesta por ti mismo. ¿De qué sirve que algún otro sea libre cuando tú no lo eres, o que algún otro tenga comida cuando tú tienes hambre?

Para ser creativo, lo cual implica tener verdadera iniciativa, tiene que haber libertad; y para que haya libertad tiene que haber inteligencia. Tienes, pues, que investigar y descubrir qué es lo que impide que haya inteligencia. Has de investigar la vida, cuestionar los valores sociales, todo, y no aceptar nada sólo porque estés atemorizado.


Extracto de
EL ARTE DE VIVIR
J. Krishnamurti

domingo, 18 de agosto de 2013

La Serena Expectación


"No sé si he dicho en alguna ocasión que Agni Yoga constituye una de las aportaciones Jerárquicas a la humanidad utilizando una corriente de Shamballa, la misma corriente que en otras direcciones provocó la gran guerra que se inició en el año 1914 y terminó aparentemente en el año 1945, con los desastres y las consecuentes, digamos, oportunidades de orden espiritual que todo sufrimiento humano aporta a la vida colectiva de la humanidad.

Entonces, siendo una corriente de 1er Rayo, Agni Yoga es difícil de comprender, y todavía más difícil de experimentar. Sin embargo, la dificultad es sólo aparente porque una cosa muy simple es difícil de comprender cuando la mente está muy ocupada, o muy sobrecargada de principios, conclusiones, pensamientos, imágenes, ideas de aquí y de allá y que, por tanto, cuando se habla, por ejemplo, del término simplificación, la mente en el discípulo suele ofuscarse, porque no puede concebirse una actividad que se basa, digamos, en el vacío mental, o en la aparente inactividad mental.

Sin embargo, daos cuenta, que esta dificultad, como digo, es aparente en el sentido de que hay vacíos o intermitencias entre uno y otro pensamiento, constituyendo todo este proceso de asociación lo que técnicamente llamamos el tiempo, pero que si aprendiésemos a separar un pensamiento de otro, o un grupo de pensamientos de otro grupo de pensamientos, y que el espacio entre unos y otros fuese cada vez más grande, nos daríamos cuenta de que esta actividad trae como consecuencia otra actividad de tipo desconocido que se manifiesta en forma de un silencio expectante, y me perdonareis, pero es que tengo que insistir, porque así lo he aprendido en el ashrama, el término serena expectación y que, por lo tanto, solamente serenamente expectante se está practicando el Agni Yoga.

Me preguntáis por qué la mente debe dejar aparentemente de ser, o que la mente concreta deba fusionarse con la mente abstracta, simplemente porque Agni Yoga se basa fundamentalmente en la Doctrina del Corazón, así como la mente se basa fundamentalmente en la Doctrina del Ojo y que, por lo tanto, a medida que la mente va siendo reducida al silencio aparece un nuevo factor en la vida individual y es el corazón, no el corazón físico que es el motor de la vida física, sino un enlace en el chakra cardíaco de una corriente que procede del plano búdico y, por tanto, la extraordinaria efusión de energía búdica provoca en el ánimo individual ciertas actividades de tipo desconocidas, pero que son de expresión dinámica muy potente y que conduce a grandes resultados en la vida social y psicológica de la humanidad. El Yoga del Plano Búdico

El corazón, centro del amor y centro de la vida, está matizando la mente de una cualidad específica que ya no es el simple discernimiento, porque el discernimiento está operando aún dentro de los opuestos, no se puede saber el valor de una cosa sin pasar por el discernimiento, pero cuando se trasciende el discernimiento y se penetra en algún estadio búdico el fenómeno que se produce es la serena expectación, la mente ya no reacciona al pensamiento ordinario y sí al pensamiento abstracto y a las ideas arquetípicas de la Divinidad , utilizando únicamente la mente intelectual, la mente concreta, la mente comparativa, la mente discernitiva con todo su complejo de memorias, como un simple instrumento de manifestación. El Yoga del Plano Búdico

Si ustedes quieren tener la medida, yo diría la medida áurea, para descubrir el valor de un acontecimiento, solamente tienen que darse cuenta si ustedes están adaptados a las situaciones. Para mí, adaptarse a una situación es vivir tan íntegramente aquella situación que entre el yo que observa y la situación que está siendo observada no exista ningún vacío, y esto solamente puede ser realizado cuando estamos muy atentos, cuando estamos expectantes, cuando empezamos aquí. Solamente aquel silencio que nos embarga, aquello es atención, aquello es observación, aquello es contacto directo con el Ser superior. ¿Y hemos necesitado algún intermediario? ¿Verdad que no? ¿Para qué sirven los sofismas, las disciplinas, todo cuanto se nos está suministrando para enriquecer el espíritu, si el espíritu de por sí ya tiene la máxima riqueza? Además, dense cuenta de que para llegar al Reino de Dios no se precisa pasaporte ni dinero, porque no existen fronteras. Comprensión a través de la Atención

"…y ahora tenemos la gran posibilidad de que reconozcamos nuestra inmanencia por esta fuerza tremenda de Shamballa que está sobre la Tierra , que está dispensando sus dones por doquier; en virtud de esto, estamos ganando el poder de atraer a nosotros la trascendencia del propio Dios, que se manifiesta cuando estamos expectantes, no simplemente silenciosos, expectantes, porque podemos estar silenciosos de palabra y nuestra mente ser un hervidero de pensamientos y nuestro corazón un hervidero de pasiones, me refiero a esta actitud dentro de la cual la mente, el deseo y la acción del cuerpo están plenamente identificados, entonces se produce la expectación.

Estamos serenos y expectantes, no sabemos por qué, ni nos interesa, tenemos paz y no argumentamos sobre la paz porque si argumentamos sobre la paz, la paz que es búdica, se convierte en mental inferior, ¡ya hemos perdido el éxtasis! Por eso, siempre aconsejo cuando una persona está escuchando a otra, si está muy atenta, cuando aparentemente algún significado se le escapa, que no pierda la atención, que deje la mente libre, al final de la conversación habrá comprendido todo, porque seguramente tendrá paz y la paz no es un producto mental.

La paz solamente puede venir cuando estamos expectantes, cuando estamos activos en un nivel superior, porque estamos demostrando la trascendencia de Dios a través de nuestra inmanencia y nos sentimos complementados, nos sentimos unidos, no existe separación, el yo se ha disuelto demostrándose que es una ilusión, ha desaparecido el maya de los sentidos, el espejismo de las emociones y la ilusión mental. ¿Qué queda entonces?

Si no tenemos miedo y continuamos avanzando sin efectuar conclusiones ni experiencias mentales nos sentiremos llevados, succionados, absorbidos por una fuerza tremenda que es la superpotencia interna, que es la trascendencia del propio Dios. Por favor, no tengan miedo cuando se sientan atraídos hacia una fuerza superior. Hay quien tiene miedo cuando se escapa de su cuerpo, de sus sentidos, de su propio entendimiento, y este miedo es el miedo que desde tiempos inmemoriales está incapacitando nuestra raza para poder penetrar en los designios del propio Dios, por lo tanto, estamos luchando constantemente. Comprensión a través de la Atención

Porque la iniciación es un hecho en la naturaleza como el crecimiento de un árbol, o como el fruto dentro del árbol, o el perfume de una flor, o la forma de una nube que pasa en el cielo. Todo esto forma parte de Shamballa, todo forma parte de un contexto iniciático y cuando se produce un silencio expectante, está aquí Shamballa y como Shamballa está aquí hay la posibilidad de la iniciación porque es en Shamballa donde se recibe la iniciación, donde se imparte un estado de conciencia para todo aquel que se esfuerza, que se desmitifica, (que se) despersonaliza hasta el punto de quedar reducido a cero, para que quede dentro de la plenitud de la propia divinidad, y esto frecuentemente lo olvidamos, esotéricamente hablando. Comprensión a través de la Atención

De examinar el problema, de estar muy atento al problema, no rehuirlo, no buscar la ayuda del gurú para resolver el problema, sino enfrentarlo directamente y no buscar una respiración para resolver el problema, sino que en la intensidad del movimiento de la atención, el problema va desapareciendo. No desaparece para cargárselo sobre otro, sino que se disuelve en el éter, porque estamos utilizando el poder cósmico de la voluntad, estás atento al problema, no lo rehuyes, lo estás enfrentando y parte del problema mundial, por no decir la totalidad del problema mundial, es cuando la persona por la incompetencia de su propia voluntad tiene miedo del problema y, entonces, no puede resolverlo de ninguna manera. La atención, la expectación, esta observación serena de un hecho, si el hecho es negativo, lo disuelve en el espacio, en el éter, sin que pueda ya tener fuerza para pesar sobre la conciencia de otras personas, es un acto de caridad, y cuando el Maestro Tibetano dice: "La meditación es un acto de servicio", se refiere precisamente a enfrentar directamente un hecho para que nadie más pueda cargarse con la negatividad de una serie de energías más o menos cristalizadas, que han quedado apegadas al plano etérico, y da (esa negatividad) la sensación de angustia, miedo o poder, poder temporal. Es estar muy atentos, como están atentos ustedes aquí y ahora. Comprensión a través de la Atención


Por Vicente Beltrán Anglada

SACA TU BRÚJULA Y ABANDONA LA FILA


Hemos sido amaestrados para vivir desde los estados de necesidad del ego. Cargamos con el agua de los recursos limitados, que nuestra educación nos ha dado, por el desierto de una vida no soñada: nos dijeron que sin esos recursos no seríamos nada en la vida. El sofocante sol nos recuerda que hemos de dosificar el agua que nos dieron, cada día es una caminata hacia un destino que en realidad no sentimos como propio. Nuestras creencias nos mantienen en el desierto, pero … sólo mientras demos prioridad a esos reiterados y viejos pensamientos que nacen de ellas.
  ¿Qué te parece, querido lector, sacar la brújula de tu corazón y buscar tu verdadero norte, esa dirección que te conduce a tu vida soñada ….? Deja de seguir a los que prefieren el desierto y la seguridad de su pequeño cántaro de agua y camina hacia tu propia vida, esa en la que no tienes que cargar con creencias que no sientes como tuyas, esa en la que el agua brota inagotable y con música alegre de tu propio manantial, esa en la que te reconoces en tus propias creaciones.


    La vida no tiene porqué ser una dura caminata en la que tengas que cargar con identidades que no son las tuyas, con deseos que no respondan a los auténticos anhelos de tu corazón. Para cambiar el rumbo tendrás que abandonar la seguridad del grupo, salirte de la fila … ya no tendrás a nadie delante que marque “tus” pasos, pero sin embargo serás el dueño y señor de tu camino. Por el agua no te preocupes, en tu tierra te espera ese manantial con esa música que te atrae tanto, que te llena de alegría apenas la escuchas … ¡claro está, es tu propia música, beber de ella es recordar quien realmente eres! ¿Qué te parece empezar hoy mismo, dejar de seguir una de esas rutinas que te atan a lo que no sientes …? Saca tu brújula y  …  camina hacia tu norte … no tardarás en escuchar la música alegre de tu propio manantial.

sábado, 17 de agosto de 2013


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"La parte más importante de la educación del hombre es aquella que él mismo se da"
Walter Scott


"El niño debe vivir y, como consecuencia, aprender; no al revés"



Jordi Mateu, educador, psicolingüista i coordinador del CRAEV.
Jordi Mateu, educador, psicolingüista i coordinador del CRAEV.
Crece el modelo de escuelas libres en Cataluña. Así lo contábamos en catalunyaplural.cat en un reportaje en el que aportábamos algunas de las claves de lo que se conoce como educación libre, y que ha vivido un cierto impulso en Cataluña en los últimos años: el aprendizaje a partir de las necesidades de cada niño y a partir de la experimentación, la actitud no directiva del educador sino observadora y propositiva, la implicación determinante de las familias dentro de la escuela...
En esta entrevista a Jordi Mateu, educador, psicolingüista, coordinador del CRAEV (Centro de Asesoramiento e Investigación de Educación Viva) y padre dos niños y una niña, aportamos más información sobre un modelo educativo que genera quizás más escépticos que adeptos, pero que en cualquier caso empieza a influir en algunos centros educativos públicos catalanes. A lo largo de la entrevista, recogemos también algunas de las dudas que los lectores del mencionado reportaje expresaron a través de los comentarios.
Educación libre, educación no directiva, educación viva... Se utilizan varios conceptos para definir modelos similares. ¿Cuál es su diferencia?
Educación viva y libre es lo mismo. La primera tiene una historia no tan larga como segunda, y está desprovista de la carga ideológica y las connotaciones negativas atribuidas a la educación libre por parte de quienes no la conocen. A menudo se interpreta educación libre como libertinaje, sin límites ... y no es eso. Una escuela pública interesada en este modelo difícilmente aceptaría este concepto, porque generaría rechazo en la comunidad, pero sí que estaría cómoda con el atributo de escuela viva. Y luego tienen en común que son propuestas no demasiado directivas, es decir, que el niño es un sujeto más activo que en la escuela convencional: utiliza materiales manipulativos, tiene más vivencias físicas, experimenta, trabaja la implicación emocional...
¿Cuál es exactamente el principio básico de esta propuesta?
Percibir qué necesita el niño. Que tú como adulto seas capaz de observar qué le falta a ese niño para desarrollar todo su potencial, básicamente condicionando el ambiente. Y que conste que tal vez lo que necesita es muchos límites, en algún caso, o un grado más elevado de directividad.
Uno de los pilares de la educación libre o viva es también que el niño aprenda a través de lo que él necesita o desea. ¿Y si decide no aprender nada de historia, o de matemáticas? Esta duda, ahora simplificada, es la que tenían algunos lectores.
Es imposible. Un niño bien cuidado no puede no aprender. Esto de entrada. Si estás en un espacio donde te sientes seguro, no te sientes juzgado en función de lo que haces, no tienes miedo, estás en un ambiente adecuado, con una buena relación con tus padres... entonces sólo necesitas abrirte a experiencias para aprender. Un niño por sí solo toca, experimenta, vive, se sube a cosas... y como resultado va aprendiendo. Y claro, entonces el educador, que sabe qué es lo importante, le provoca situaciones, le hace propuestas, le presenta materiales, juegos, y a partir de ahí se trabaja.
Otra cosa es poner un punto de llegada en el desarrollo: "En sexto debe saber hacer fracciones", pero quizás ese niño lo que necesita en este momento es más actividades sensoriomotrices... Y le estás provocando angustia al no respetar su proceso.
En cuanto a la experimentación, y a la atención a las necesidades, hay un parecido con las escuelas rurales, vistas por muchos expertos e incluso por la Administración como un modelo a seguir.
Es que los movimientos de renovación pedagógica siempre se han reconocido en las escuelas pequeñas, familiares, multiedades... Sobre todo multiedades. Todo grupo de personas es heterogéneo, pero a menudo un adulto mira un aula de 25 niños de cinco años y los ve a todos iguales. Cuando son extremadamente diferentes. Por eso, si tienes un grupo clase con una variedad de niños de 3 a 12 años, inmediatamente ves que son diferentes. Entonces te planteas no hacer lo mismo con todos, un sistema de trabajo por rincones, con diferentes materiales, que los grandes ayuden a los pequeños... Esta es una de las bases de la propuesta libre: enseñanza heterogénea, que se base en el respeto a la diversidad.
Quizás no sólo se ve en las escuelas rurales. De hecho, algunos maestros que leyeron el reportaje que publicamos se quejaban en los comentarios que desde el sistema educativo público, con 25 alumnos por aula, también se desviven para dar salida a las motivaciones de los niños.
¡Y tanto! ¡Hay experiencias fantásticas! Muchos maestros trabajan cada vez más acompañando emocionalmente a los niños. Y puede que tengan proyectos que son bastante directivos y no quiere decir que sean malos. Si está bien enfocado, el niño puede estar muy a gusto.
En este sentido, ¿la Red de Escuelas Libres (XELL, en sus siglas en catalán) tiene una voluntad de influir en el sistema educativo y de convencer? ¿O de construir un sistema paralelo?
Convencer no sería la palabra, sino favorecer. En primer lugar, lo que quiere la XELL es proteger su modelo, porque todo lo que pone en cuestión el sistema está siempre en peligro. Después, apoya a la gente que empieza: asesora en cuestiones pedagógicas, económicas, legales... Entonces una familia topa con algunos de sus proyectos y dice: "Caramba, aquí los niños aprenden a leer sin que nadie les fuerce ni lo enseñe...". Entonces esta familia lo difunde en su entorno. Esta es la única influencia. No hay ninguna voluntad mesiánica de convencer a nadie.
Funcionar al margen del sistema también convierte las escuelas libres en privadas. Y, por tanto, elitistas, en tanto que no todos pueden pagar las cuotas. ¿Lo ve así?
En cierto modo, sí. Pero esto ocurre porque no hay una financiación de este tipo de escuelas. Una escuela pública es más del doble de cara que una escuela de la XELL, de promedio. La escolarización de un alumno cuesta unos 650 euros al mes. En cambio, en las libres unos 300. Y en las libres las ratios son de alrededor de una decena de alumnos por educador.
¿Esto como se explica?
Por gastos de administración, por el coste de algunas infraestruturas, porque la implicación de las familias en las escuelas libres ayuda a rebajar costes... Y porque el sueldo de los maestros en las escuelas vivas es muy inferior, lo que genera precariedad. Estos proyectos, a pesar de ser caros porque cuestan 300 euros al mes a las familias, son muy precarios y deficitarios.
Y esta situación hace también que se vea el conjunto de escuelas libres como una especie de guetto, sólo para cuatro. Pero es así porque no se financia ni se reconoce legalmente. Pero si no existiéramos, como existieron Summerhill en Inglaterra, o Roure en Cataluña, no habría las experiencias alternativas -con buenos resultados- en las que se reflejan ahora algunos centros públicos. Las grandes innovaciones pedagógicas siempre vienen de fuera el sistema.
Le trasladamos una última inquietud de un lector. Cuando se habla de estos proyectos nunca aparecen ejemplos de escuelas donde los alumnos sean ya mayores. De hecho, hay muy pocas. ¿Por qué?
En primer lugar, porque la Administración no lo pone nada fácil a partir de que el niño tiene edad de escolarización obligatoria. Esto es un condicionante muy importante. Pero en el caso de un aula de adolescentes también se puede aplicar este método. Detectar sus principales necesidades -que a menudo son saber qué hacen en el mundo, cuál es su identidad- y proponerles también experimentación, sobre todo de vivencias, y un entorno en el que se sientan confiados. Aparte de una actividad física importante, ya que se encuentran en una etapa de mucha energía.
En general, cuando los niños son pequeños las propuestas pedagógicas son más activas, pero cuando la escuela percibe que el niño ya entiende los razonamientos abstractos, a partir del lenguaje, pues decide que se ha acabado el tocar, sentir, pintar, expresar. Es la hora de los contenidos.
¿Plantear una enseñanza en la que se aprenda desde los conceptos abstractos hasta los concretos lo considera un error?
¡Es que el organismo no funciona así, ni el de los niños ni el de los adultos! Cuantoas más vivencias reales tienes más conexiones neuronales haces. Pretendemos que los niños aprendan desde la lógica mental cuando a los adultos nos cuesta horrores: tomamos a un grupo de personas adultas y, sin ningún ejemplo, hagámosles aprendre a sumar en base cinco, en vez de usar el sistema decimal. Alucinan... Pues ¿por qué trabajamos los colores a través de fichas a edades tan tempranas si lo acabarán aprendiendo por experiencia? ¿Por qué les agobiamos en segundo de primaria con las multiplicaciones si, una vez hayan vivido realmente qué es una multiplicación, aunque sea más adelante, lo entenderán perfectamente? Es como empujar hacia abajo el agua de un río.
Así pues, no es tanto el qué se aprende sino el cómo, ¿no?
Si entendemos el cómo como la creación de un entorno en el que el niño pueda vivir y, como consecuencia de estas vivencias, aprender, entonces sí. La lógica de la escuela es que aprendas cosas para después vivir. Siempre te preparan para, y a menudo suele ser para el mundo laboral. Hay que pensar al revés.

domingo, 11 de agosto de 2013

Librería Steimatzky: la compañía de un buen libro




http://elpoderdelasideas.com/artes-graficas/libreria-steimatzky-la-compania-de-un-buen-libro/

24 julio, 2013
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Hoy descubrí esta campaña muy ingeniosa para la librería israelí Steimatzky, en ella vemos toda clase de lectores durmiendo al lado de sus libros y de sus personajes ¡en la vida real!. Esta idea tan curiosa se centra en demostrar que un buen libro siempre te hará compañía, de allí que veamos a Gandalf o Don Quijote y Sancho también durmiendo, en una propuesta creativa bien lograda, tanto en fotografía, iluminación y espacio.
Realmente me ha fascinado estas pieza publicitarias, sobre todo porque me hace recordar esas noches cuando te quedas hasta la madrugada leyendo un gran libro y hasta sientes que eres parte de él.
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Agencia de Publicidad: ACW Grey, Tel Aviv, Israel

miércoles, 7 de agosto de 2013

DESARMANDO A LA "AUTORIDAD" QUE NOS MANTIENE COMO SÚBDITOS


  En nuestro ego vive una “autoridad” encargada de hacernos olvidar que toda cultura o sociedad,  que se genere a través de unos mitos y de unas reglas, no es más que un juego que hemos aceptado habitar. Esta autoridad nos obliga a comportarnos como “adultos”, es decir, a confundir el juego con una realidad inalterable, nos convierte en súbditos del juego en vez en creadores del mismo. Es como estar obligados a jugar una partida, nos guste o no, y sea cual sea el resultado para nosotros.
    En este vivir en el olvido se llama listos a aquellos que triunfan en el juego. La educación se diseña para crear súbditos, eso sí, lo más “listos” posibles. Un sabio se reconoce porque recuerda que está jugando, y porque es  consciente de que el ser humano ha de estar siempre por encima de sus juegos.
    Lo más duro de esta situación es perder el contacto con nuestra verdadera esencia, proyectar nuestra identidad en valores y creencias que refuerzan el juego, pero que nos debilitan al alejarnos de nuestro verdadero sentir, nos convertimos en seres humanos desempoderados.

  

     La autoridad nos obliga a seguir las reglas, ¿nos obliga, tiene realmente ese poder …? Sólo si seguimos en el olvido de que estamos jugando. Para recordar …nada mejor que ir en post de la sabiduría de la niñez, el poder de la inocencia impide a la "autoridad" hacernos sentir culpables.
     ¿Qué te parece recordar más allá de las reglas, permitirte sentir quien realmente eres, no dejarte someter por los guardianes del juego …? Te preguntarás qué puedes hacer tú sólo si abandonas el juego, la respuesta a ello está en tus sueños, ellos nacen más allá de las reglas que te limitan, en tu corazón. Como un corazón jamás está aislado de los otros, tus sueños son piezas que encajarán con los sueños de otras personas, que también se han cansado de los viejos juegos. Todos los sueños que esperan ser reconocidos en nuestra mente son piezas del rompecabezas con el que formaremos una nueva humanidad, en ella no sufriremos de amnesia y en vez de haber “listos” seremos todos sabios. ¿Te apetece …?