“Sé perfectamente lo que el UNICEF puede
significar para los niños, porque yo estuve entre los que recibieron
alimentos y ayuda médica de emergencia al final de la Segunda Guerra
Mundial”, afirmó la actriz Audrey Hepburn en su nombramiento como
Embajadora de Buena Voluntad, en 1989.
“Tengo una enorme gratitud hacia
el UNICEF y una confianza sin límites en lo que realiza”, dijo. Tras
todos estos años de colaboración con el UNICEF, la gratitud es mutua.
En misión
Poco después de ser nombrada Embajadora del UNICEF, Hepburn viajó en
misión a Etiopía, país en el que años de sequía y guerra civil habían
provocado una terrible hambruna. Después de visitar las operaciones de
emergencia del UNICEF, Hepburn las dio a conocer a los medios de
comunicación de Estados Unidos, Canadá y Europa durante un viaje de
varias semanas en el que llegó a conceder hasta 15 entrevistas por día.
Con este viaje sentó un precedente de compromiso con la organización.
En los años siguientes, Hepburn realizó una serie de visitas sobre el
terreno en proyectos del UNICEF, entre otros, un proyecto de vacunación
en Turquía, programas de formación de mujeres en Venezuela, proyectos
para niños de la calle en Ecuador, proyectos de suministro de agua
potable en Guatemala y Honduras, y proyectos de enseñanza del uso de la
radio en El Salvador. Visitó también escuelas en Bangladesh, proyectos
para niños desasistidos en Tailandia, proyectos de nutrición en Viet Nam
y campamentos de niños desplazados en Sudán.
Además de sus visitas sobre el terreno, también colaboró
incansablemente con el UNICEF en otras actividades. Dio testimonio ante
el Congreso de los Estados Unidos, formó parte de la Cumbre Mundial de
la Infancia, participó en el lanzamiento de nuestros informes anuales
Estado Mundial de la Infancia, fue anfitriona de las ceremonias de entrega de los premios
Danny Kaye International Children's Award,
diseñó tarjetas de recaudación de fondos, participó en giras musicales
benéficas y dio innumerables conferencias y entrevistas de promoción de
los trabajos del UNICEF.
Citas de Audrey:
- Si obedeces todas las reglas, falta toda la diversión.
- Mi vida no es teorías y fórmulas. Es instinto y sentido común.
- Recordar,
siempre se necesita una mano que ayude, éllas están en el extremo de
tus brazos. Mientras nos vamos haciendo más viejos, ellas nos recuerdan
que una mano es para que te ayuden y la otra para ayudar.
- Solo la gente sencilla sabe que es el amor. La gente complicada trata tanto de causar impresión que pronto agota su talento.
- Amor no tiene nada que ver con lo que esperas conseguir, sólo con lo que esperas dar; es decir, todo.
"Tuve
que elegir, en un momento de mi vida, entre dejar de hacer películas o
dejar de ver a mis hijos. Fue una decisión fácil de tomar, porque los
echaba de mucho de menos. Me retiré para quedarme en casa con mis hijos.
Fui muy feliz".
Una de las cosas que más destacaron en sus últimos años fue la dedicación, por encima de su salud, a las causas del sida o la malnutrición de los niños en todo el mundo.
En
sus últimos años de vida, Audrey se entregó en cuerpo y alma a ayudar a
los más necesitados. Las misiones que llevo a cabo con UNICEF la
enfrentaron a una devastadora realidad para la que confesó no estar
preparada.